Allende La Paz, Cambio Total.
La pregunta
que se hace el periodista Daniel Coronell ¿Por
qué unos empresarios respetables se le midieron a hacer un negocio en contravía
de la ley e involucrando una tierra en la que han pasado cosas terribles?, en el artículo que
reproducimos hoy, tomado de la Revista Semana, demuestra a las claras lo que
hemos venido sosteniendo desde hace muchísimo tiempo.
Porque a
decir verdad en Colombia hay dos formas de « volverse rico en menos de los
que canta un gallo ». Una es la manera corrupta, ilegal como toda forma de
enriquecerse fácilmente, es decir, con la corrupción, sea robándose los dineros
o despojando de la tierra a los campesinos e indígenas ; y la otra con el
narcotráfico.
La primera
forma engloba la corrupción en todos las dimensiones, o sea, robo del erario
público a través de los « contratos con el estado », corrupción que
campea desde el presidente hacia abajo, hacia el nivel local. La Contraloría de
la república ha dicho que por esta forma se pierden 35 mil millones de pesos
diarimanete. Diariamente ? Si, diariamente. Además hay otra forma que
hemos señalado desde hace tiempo haciendo nuestra la tesis del PCC del modelo
violento de acumulación capitalista en Colombia.
No es que
solamente se apropian de la plusvalía que produce el trabajador –para ello
están las « leyes » de precarización laboral, bajos salarios, ninguna
garantía para los trabajadores, asesinatos de líderes sindicales, baja tasa de
sindicalización, etc-, sino que a través de la violencia se apoderan de la
tierra de los campesinos e indígenas. Si en la década de los 50 la mayoría de
la población estaba en el 70% y se ubicaba en el campo, y esto se invierte y
hoy el 70% de la población está en la ciudad y el 30% en el campo, nos
preguntamos qué se hicieron las tierras de ese 40% que ha sido obligado a
desplazarse forzadamente a las ciudades ? En poder de quién están ?
Quiénes aparecen hoy como susu dueños ?
El periodista Daniel Coronell apunta bien
hacia la respuesta. Son los terratenientes. Son los ganaderos. Son hoy las empresas
agrícolas. Quién tiene dinero para « comprar » las tierras dejadas
por los campesinos e indígenas ? Los mismos de siempre que han practicado
el despojo como forma de enriquecerse. Hace un tiempo señalábamos que el señor « Pepe »
Castro de Valledupar se aprovechaba de su « amistad » con los
indígenas arhuacos para irles comprando sus tierras a precios irrisorios. Los
Guerra de Sucre y Córdoba se apropiaban violentamente –mediante asesinatos y
desplazamientos- de las tierras de campesinos e indígenas. También tenemos la
historia contada por él mismo del sr narcoparamilitar expresidente Uribhitler
quien « pistola en mano » y en compañia de agentes del DAS « dió
de baja » a 8 miembros supuestos el EPL que habían « invadido »
la finca las Guacharacas. Y así hay testimonios en todo el territorio nacional.
Los « respetables
señores » no son tan respetables. Bien dice nuestro pueblo que « no
hay rico honrado » y que « si un rico invita a comer gallina a un
pobre es porque o es del pobre la gallina o le debe plata ». Esos señores
no tienen nada de respetables. Si acaso lo fueron ya no lo son porque « toda
persona se presume honrada hasta que deja de serlo ». Detrás de las
fortunas de los oligarcas, terratenientes, ganaderos, narcotraficantes, se
esconde una sódida y oscura historia.
Nos podrá
decir alguien que la plata de Uribhitler proviene de « negocios honrados y
legales » ? Nos podrá decir que la riqueza de los Santos no está
cimentada en la sangre de los asesinados por la guerra que ellos acolitaban,
prohijaban y justificaban ? Nos podrán decir que los dineros de los Char,
los Castros, los Valencia Cossio, los Vives y Pinedos Vidal, provienen de negocios lícitos ?
Jamás. Esos dineros están manchados de sangre inocente. Esos dineros han sido
edificados sobre montañas de muertos y asesinatos.
Estas son
las formas de acumulación capitalista en Colombia. Gracias Daniel Coronell por recordárnoslo !
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