Headlines News :
Home » , , , » Diferencias y similitudes entre Santos y Zuluaga

Diferencias y similitudes entre Santos y Zuluaga

Written By Unknown on sábado, junio 14, 2014 | sábado, junio 14, 2014

Allende La Paz, Cambio Total.

Hemos señalado en Cambio Total que entre los candidatos oligárquicos a la presidencia hay casi todas las similitudes y muy pocas diferencias. Miraremos y analizaremos:


Modelo Económico:

Los dos son neoliberales que seguirán implantando –a fuego y sangre- el capitalismo y su modelo actual. Son lacayos del imperialismo y seguirán al pié de la letra las directrices de los centros de poder de Washington. Ese modelo de despojo –de las multinacionales y las empresas y particulares colombianos- ha producido más de 5,7 millones de desplazados forzosos y más de 966.000 víctimas mortales, a fin de implantar el modelo capitalista y neoliberal que desde el gobierno de César Gaviria Trujillo se practica, siguiendo por Pastrana, como no por Uribhitler y también por Santos.

Llegue quien llegue o permanezca en la “Casa de Nari” seguirán las mismas políticas hambreadoras del pueblo. No habrá cambios de ninguna especie.


Modelo Político:

A fin de seguir manteniendo el modelo económico, la oligarquía colombiana –con el apoyo del imperio- han implantado un modelo de “democracia” excluyente del pueblo de las grandes decisiones. En nombre de los dos partidos tradicionales –liberal y conservador-, y últimamente de los “nuevos” retazos de partidos uribistas –la U, PIN, Cambio Radical, etc- que vienen de los partidos tradicionales, han implantado –y lo sguen haciendo- la persecución del contradictor político, especialmente si es de izquierda o representa opciones populares.

El masacramiento de todo opción popular de organización ha impedido que una izquierda –que muchas veces sigue de cola del tren oligárquico- se consolide en el escenario nacional, más si sus verdaderos líderes han sido barridos a plomo por las fuerzas militares-narcoparamilitares del régimen, como el caso de la U.P., y como está ya sucediendo –a cuentagotas- con la Marcha Patriótica.


La “democracia más antigua del continente” es en realidad un Terrorismo de Estado que recurre en contubernio impúdico a las formas más salvajes de guerra sucia. Para el lado estatal “todo vale” y por eso, acompañando los señalamientos injustos, las amenazas, etc, corren aparejadas las violaciones de derechos humanos, las desapariciones, las masacres, las torturas, las ejecuciones extrajudiciales o “falsos positivos”, que muestran el horroroso rostro del Terrorismo estatal.

Sea Santos –igual sigue asesinando líderes populares a cuenta gotas-, o sea Zuluaga –seguirá el asesinato como el medio predilecto de la mafia narcotraficante y paramilitar de “resolver conflictos”-, ambos seguirán aplicando el Terrorismo de Estado de la Doctrina de Seguridad Nacional

Modelo Militar:

La Doctrina Militar que sustenta el accionar asesino de las fuerzas militares es la Doctrina de Seguridad Nacional (DSN), la cual contempla como “enemigo interno” a todo aquel colombiano que no pertenezca a las élites en el poder, e incluso uno que otro de esa élite que se convierte en “oveja negra”. Por ello, las fuerzas militares actúan como un “ejército invasor” en su propio país y desarrollan un contubernio impúdico con las bandas narcotraficantes y paramilitares –narcoparamilitares-, a fin de tener en ellas la excusa que les “lave la cara” de que no son las fuerzas militares las que asesinan a su propio pueblo (por ello siempre las catalogamos como fuerzas militares-narcoparamilitares estatales).

Esa corrupción doctrinaria ha abierto paso a la más generalizada corrupción al interior de las fuerzas militares, como lo hemos visto con la inmersión de las fuerzas militares en casos de narcotráfico y en casos de corrupción común como las evidenciadas en fraudulentos contratos –el ex ministro Silva –uribista- recibió 800.000 euros por la compra de una fragata para la marina, por ejemplo-, o la creación de “mafias contra las propias institiciones de justicia” del país, como el caso suficientemente publicitado de generales y coroneles de las flamantes fuerzas militares colombianas.

Sea quien sea que permanezca en la “Casa de Nari” –Santos- o que llegue –Zuluaga- seguirá con esta inmensa corrupción ya que ella, la corrupción, es inherente al sistema capitalista. Ese es un vicio inherente al sistema, el cual ha sido usado para corromper otras visiones.
                                                                                                 "Falsos positivos"

Modelo Social:

El manejo de las políticas sociales son la parte de descalabro del manejo oligárquico del estado. Miles de millones de pesos han ido a parar –y siguen- a los bolsillos de los funcionarios estatales. Todos participan de la “coima” y son raquíticos los dineros que alcanzan a llegar a sus destinatarios. Vemos que por estos días ha sido sentenciado el ex ministro de Agricultura apodado “Uribito” Arias (gobierno de Uribhitler) por el escándalo de Agro Ingreso Seguro, el cual fue creado para favorecer a los verdaderos campesinos desprovistos de tierra y fue a parar a las manos voraces de la oligarquía del campo, los terratenientes y ganaderos agrupados en Fedegan y SAC-, quienes comparten la “cualidad”, al tiempo, de ser miembros de las bandas criminales de narco-paramilitares, las cuales son usadas para adelantar la política del desplazamiento forzoso a fin de desarrollar los megaproyectos que interesan a la oligarquía en el momento: biocombustibles.

Mientras, las carencias de la población son de todo tipo: carencia de viviendas (2,5 millones de familias sin vivienda Vs 100.000 vivendas gratis son el ridículo “paño de agua tibia” del gobierno actual. El anterior ni siquera eso le preocupó), carencias de acueducto (vergonzosamente Colombia tiene un 17% de la población sin agua potable), mortalidad infantil de menores de 5 años en cifras de 17 por mil (Cuba, ese odiado país en donde se distribuye la riqueza creada por su pueblo está por el 4 por mil, por encima de Estados Unidos y Canadá!), Metas del Milenio incumplidas, etc, etc.


Sea quien permanezca en la “Casa de Nari” –Santos- o que llegue como nuevo inquilino a ella –Zuluaga-, seguirán las mismas míseras politicas sociales de todos los gobiernos anteriores ya que el poder del estado se ejerce para favoreces a los ricos de Colombia y a las Multinacionales, emdiante formas de exención de impuesto, reformas laborales que conculcan los pocos derechos laborales que tienen los trabajadores colombianos.

Manejo medios:

Los dos candidatos presidenciales oligárquicos manejan de manera “exquisita” los medios. Uno, de estirpe mafiosa, recurre a las “chuzadas” demás formas ilegales de recabar información, a fin de “bombardear” al enemigo oligárquico en sus propuestas. El otro, dueño de medios, conoce al dedillo las “bondades” del manejo de éstos.

Los dos no dicen lo que dicen cuando hablan ante los medios. Su mensaje es engañoso. Si Santos habla de Paz, perpárese que viene la guerra. Si Zuluaga, y con él su titiritero Uribhitler, amenaza patear la Mesa de La Habana, tenga por seguro que lo hará pero encontrará las “razones” oligárquicas para hacerlo. No quieren una Mesa para discutir el futuro del país, sino para hacer arrodillar ante ellos al adversario, las FARC-EP y el ELN, que las “cosas sigan igual o peor que antes”.

Maestros los dos de la mentira y la trapisonda, son excelsos en el arte de la mentira, con la cual duermen todos los días sin remordimientos de conciencia.

Diferencias aparentes:

Represión:

Uno un poquito. El otro un muchísisima represión. Los dos seguirán la represión. Una descara. Otra más asolapada. Mas ambos, cuando “las papas queman” se quitan el disfraz y muestran su feos rostros. Hambre, miseria y represión es la consigna de los dos para el pueblo.

Paz:

Lo que quizá diferencie un poco a los dos candidatos oligárquicos en el referente a la Paz.
Uno está –obligadamente- en un proceso con las FARC-EP en la Mesa de La Habana y a él está obligado, quiera o no, sino quiere pagar un enorme costo político. Su renuencia a acuerdos para “meterle pueblo a la Mesa” ha permitido que los “enemigos de la Paz” –ya los podemos contar, son menos de 3 millones de personas que les comen cuentos-, con la alharaca y la resonancia que le crean los medios haga creer al pueblo que el proceso de La Habana está “condenado al fracaso”, al igual que acordar un Cese Bilateral de Fuegos, lo cual hubiera ambientado de manera más efectiva el proceso, le ha dado el papayazo para que el “enano títere” se le creciera (o quizá eso era lo que quería la oligarquía).


El otro sigue al pie de la letra la letanía que le recita su “titiritero” de “guerra, más guerra, más guerra” ya que para él, Uribhitler, no hay escenario más propicio en la “feria de impunidades” que la guerra, la guerra que él decreto como presidente número 12, la cual es patéticamente creadora y perpetuadora de impunidad.

La verdad no es querida por el presidente del “gobierno más corrupto de la historia de Colombia” ya que el escudriñar en la verdad sacará a flote todos los asesinatos cométidos por él y su familia, sacará la verdad de las CONVIVIR, sacará a flote la verdad de la Masacre del Aro, sacará la verdad de la hacienda “La Guacharaca”, sacará la verdad de los asesinatos de “los 12 apóstoles” y su hermanito Santiago, sacará las verdaderas razones de por qué el helicóptero de la familia Uribe fue decomisado en la finca Nápoles del capo narcotraficante del Cartel de Medellín, “Don” Pablo Escobar Gaviria.

Evidentemente que la verdad no es querida por la oligarquía y por ello maniobra lo referente a las víctimas. No reconocer la culpabilidad y responsabilidad estatal en las más de 6´666.000 víctimas que ha dejado el conflicto interno colombiano es el afán del gobierno colombiano y por ello su pretensión de culpabilizar a las FARC-EP. Ese no reconocimiento pasa por tratar de ocultar su responsabilidad en el 83% de las masacres, el 83,2% de las ejecuciones extrajudiciales o “falsos positivos”, del 97,7% de las desapariciones, y del 100% del desplazameito forzoso.

Reconocerlo equivaldría a mostrar la imperiosa necesidad de adelantar la discusión y creación de un Nuevo País, con Nuevas Instituciones, con nuevas superestructuras, y de desmontar para felicidad del pueblo colombiano de la DSN, sustento de todos los asesinatos cometidos en Colombia. Ello nos llevaría a refrendar toda esa modernización del edificio estatal en una Asamblea Nacional Constituyente como la está pidiendo el pueblo colombiano.

Definitivamente, entre iguales no pueden encontrarse diferencias. Las imágenes de abajo nos muestra cuál es el futuro que no queremos para nuestro publo.
  
Share this post :

Publicar un comentario

 
Support : Creating Website | Johny Template | Mas Template
Copyright © 2011. CambioTotalRevista - All Rights Reserved
Template Created by Creating Website Published by Mas Template
Proudly powered by Blogger